Líder ¿estás enfocando la gestión en lograr Alto Desempeño o en apagar incendios?
- Vanessa Quiroz
- 5 mar
- 4 Min. de lectura

El desarrollo de equipos de alto desempeño es un proceso que va más allá de las metas y objetivos empresariales. Implica crear un entorno en el cual las personas se sientan motivadas, respaldadas y desafiadas para alcanzar su máximo potencial. Para lograrlo, es fundamental que la compañía esté comprometida y sea capaz de generar los recursos necesarios, tanto en tiempo como en dinero, para apoyar el proceso de desarrollo.
El primer paso crucial para desarrollar equipos de alto desempeño es tener una empresa que esté dispuesta a invertir en el crecimiento de sus personas. Esto no solo significa tener los recursos financieros, sino también la disposición para asumir el costo en tiempo y forma que implica el desarrollo. No es un proceso inmediato,ni tan poco una actividad que se logra y ya, por tanto, requiere paciencia y constancia en el largo plazo.
Es vital estar dispuesto a acompañar el proceso de crecimiento y tener claridad sobre lo que significa un equipo de alto desempeño en tu organización. Uno de los mayores retos es aterrizar el concepto y definir con claridad los comportamientos y características que se esperan en el equipo, los cuales, cuando se presenten podremos saber que estamos teniendo un alto desempeño.
¿Qué significa realmente ser un equipo de alto desempeño en tu empresa?
Esta reflexión requiere un análisis minucioso del estado actual de cada miembro del equipo, en el que nos permitamos cuestionarnos de forma genuina ¿En qué áreas estamos funcionando bien? ¿Dónde se encuentran las oportunidades de mejora? ¿qué estamos logrando con facilidad y que nos cuesta? ¿estamos alcanzando las metas solamente o estamos siempre en busca de superarlas? ¿tiene mi equipo el conocimiento suficiente?¿percibo motivación o solo cumplimiento? y así partiendo de estas claridades iniciales la mirada propuesta desde Make TH, es que emprendamos una serie de acciones intencionadas con dos enfoques en paralelo, cómo potenciar los talentos, lo que hacemos muy bien y cómo logramos desarrollar áreas de oportunidad.
1. Potencializar Talentos: Aquí, el foco es identificar y maximizar las fortalezas de cada miembro del equipo. ¿Qué habilidades, actitudes o enfoques destacan? ¿Cómo se puede potenciar su impacto dentro del equipo? ¿Qué evidencia que estos talentos están al servicio del equipo?
2. Desarrollar Áreas de Oportunidad: Analiza aquellas áreas donde el desempeño de la persona o el equipo puede mejorar. No se trata de una corrección, sino de un desarrollo continuo que permita que cada miembro logre un nivel aceptable de desempeño en las áreas que requieren atención. ¿Qué conocimientos agilizan los procesos en el equipo? ¿Qué competencia está en bajo nivel de desarrollo en cada integrante del equipo? ¿Qué propuestas ha presentado el equipo para mejorar los resultados? ¿Qué podemos hacer diferente en el día a día?
Esta mirada integral que incluye cómo hacer mejor lo que ya funciona y cómo mejorar lo que más nos cuesta, es clave para elevar el nivel general del equipo, donde el acompañamiento y seguimiento por parte de los líderes es un factor clave de éxito; a su vez, también se requiere definir un presupuesto aterrizado a las expectativas y al tiempo que tenemos para ver resultados.
Estas acciones definidas requieren de un contexto favorecedor en el cual, el equipo entienda a detalle:
Estrategia de Compañía
Aporte tangible del empleado a la estrategia de compañía.
Propósito del equipo.
Mirada del Líder de corto, mediano y largo plazo.
Expectativas del Líder frente a su rol y al equipo completo.
Indicadores de gestión, de resultado y de rentabilidad.
Consecuencias/Efectos de lograr o no las metas.
Claridad de las responsabilidad individuales y grupales.
Sumado a la importancia de contar con encuentros periódicos de diferentes enfoques:
Diarios: espacios cortos de 5 min para dar claridades del día.
Semanales/quincenales: para tratar temas con mayor detalle y solucionar a tiempo los obstáculos que se presenten.
Mensuales: para analizar los resultados, las acciones que agregan valor, las que no y emprender ajustes para el próximo mes
A demanda: cada que se presente una situación o comportamiento que requiera análisis, reconocimiento o retroalimentación de mejora.
Anuales: de planeación y análisis de resultados.
El liderazgo juega un papel fundamental en la creación de equipos de alto desempeño. Para que los equipos logren rendir a su máximo potencial, es esencial contar con líderes que no solo gestionan, sino que inspiren, guíen y acompañen a su equipo, es decir, que sean capaces de comunicar de manera clara el "para qué" de cada acción, proyecto o tarea, que den las herramientas y la confianza necesaria para que puedan alcanzar sus metas, que sean capaces de guiar a las personas a través del ejemplo y el apoyo constante; líderes que retan y desafían a ir más allá de lo que creen que pueden lograr.
En conclusión, el desarrollo de equipos de alto desempeño es un proceso estratégico que requiere el compromiso de toda la empresa. La clave está en definir claramente qué significa "alto desempeño" para tu empresa y tu equipo y crear planes específicos para potenciar talentos y mejorar áreas de oportunidad. Además, el liderazgo debe ser el motor que impulse este cambio, guiando al equipo con claridad, inspiración y un enfoque constante en el desarrollo y cuidado de sus miembros.
Y recuerda cuestionarte: ¿A qué le estás dedicando tiempo hoy? ¿Estás apagando incendios o atendiendo los retos desde las causas de raíz?
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